El pasado miércoles 19 de marzo a las 18 hs. en la Facultad de Trabajo Social, tuvo lugar uno de los paneles centrales de la Semana de la Memoria que contó con la presencia de Perla Diez, Leticia Baibiene, el Dr. Oscar Rodriguez y Clara Condenanza, quienes relataron sus experiencias en torno al Juicio de La Cacha frente a un público conmovido.A las seis de la tarde, el aula 8, al final del pasillo, ya estaba ocupado por más de cien personas que esperaban escuchar los relatos de los panelistas del día.
La coordinadora Inés Seoane, docente de la Facultad y también testigo en el juicio de La Cacha por ser hermana de desaparecidos, hizo las presentaciones y compartió con el público un breve material audiovisual en el que la panelista Leticia Baibene, hija de desaparecidos, con apenas once años narraba el día que su padre había sido asesinado y su madre secuestrada. De esta manera comenzó una jornada de gran conmoción, en un clima de absoluta atención y silencio respetuoso marcado por lágrimas y risas, apelando en cada discurso a la recuperación de la memoria, al descubrimiento de la verdad como derecho y a la exigencia de procesamientos judiciales para quienes hayan incurrido en delitos de violación de los derechos humanos en la última dictadura.
Entre los expositores estuvo Perla Diez, expresa política, contó su experiencia como secuestrada recordando anécdotas y reflexionando sobre el rol de los intelectuales y la construcción de la verdad histórica. Hizo referencia a la particularidad que tenía ser una presa política en ese contexto y puso énfasis en recordar que no se trataba de casos excepcionales aquellos vinculados a secuestros y asesinatos, sino que las luchas fueron muchas así como las personas que defendían estos proyectos políticos que enfrentaban al terrorismo de estado.
Luego disetó el abogado Oscar Rodriguez, representante de la querella por APDH , quien expresó con firmeza que "los juicios son juicios al poder de hoy, de ayer y del futuro", entendiendo a la justicia como una herramienta política que permite el descubrimiento de la verdad con la importancia que ello tiene para quienes están desaparecidos o han sido asesinados, para los sobrevivientes, así como para la familia y la sociedad toda. Focalizando en el caso puntual de La Cacha, explicó que el nombre asignado al centro clandestino de detención es una idea macabra que se vincula con la bruja cachavacha, personaje de la serie animada argentina "Hijitus", quien hacía desaparecer gente. Por otro lado, se refirió al reciente descubrimiento de la participación en la dictadura del ex vicedecano de medicina, Dr. Perez Albizu, quien firmó certificados de defunción como NN cuando, en realidad, se conocían las identidades de las personas.
En este sentido, dijo que "los médicos como funcionarios funcionales son policías médicos" y consecuentemente son funcionales a la represión, por ello deben ser imputados. El abogado reconoce como una fuerte interpelación al poder que se impliquen en las causas a personas que hayan cumplido diversas funciones, además de quienes hayan participado desde las diferentes fuerzas de seguridad.
Cabe destacar que la importancia de la perspectiva del Dr. Rodríguez reside en la vinculación que se puede encontrar entre el pasado y presente cuando se trata de descubrir la verdad y visibilizar las violaciones de derechos humanos con sus cómplices funcionales.
La tercera panelista fue Clara Condenanza, presidenta de la FULP, quien convocó a la comunidad universitaria a pensar qué Universidad queremos siendo que actualmente quedan muchos represores conocidos cumpliendo funciones de docencia e incluso que son autoridades de algunas dependencias y agregó que "cuando uno destapa la olla, hay otros que dejan de cubrir". Retomó las últimas modificaciones estatuitarias que se incluyeron en el preámbulo y el artículo primero que establece el repudio y la no permanencia en la Universidad de personas vinculadas con delitos de lesa humanidad y violación de derechos humanos.
Finalmente, ante un público silenciado por las atrocidades que se relataron y por la fortaleza de los expositores, hizo su presentación Leticia Baibene: Leticia, ahora adulta y con la libertad de expresar toda su experiencia, explicó que "ahora es fácil decir que soy hija de desaparecidos", y que en el reportaje del audiovisual no contó todo porque en ese momento era sospechoso que alguien haya desaparecido. A pesar de lo dureza de su relato, siendo ella apenas una niña, viendo el asesinato de su padre y el secuestro de su madre, Leticia logró algunas risas en el público al compartir el recuerdo tierno que conserva de sus padres, así como su astucia de niña que permitió salvar la vida de una beba, cuyos padres también habían sido secuestrados con los suyos, al decir que era su "primita" y sus abuelos la llevaron con ella.
Todos los disertantes hicieron referencia a la importancia de la verdad y en ese sentido a los juicios por delitos de lesa humanidad. La desaparición forzada, la detención clandestina, el asesinato como medida arbitraria, las complicidades de los funcionarios de turno, más allá de las fuerzas de seguridad, incluyen historias de no saber qué pasó, y eso lleva a una imaginación de los hechos que no permite sanar ni liberarse.